
Lentes de contacto rotas: qué saber
Las lentes de contacto rotas representan un incidente común para quienes tienen problemas de visión.
De hecho, pueden romperse por varias razones, causando molestias y preocupaciones.
Los daños pueden manifestarse en forma de arañazos o roturas, especialmente si la lente sufre una presión excesiva durante el proceso de limpieza o si se guarda a temperaturas elevadas. Pero también puede ocurrir debido al uso de agua caliente para el enjuague o porque olvidamos las lentes en el salpicadero del coche.
Una lente de contacto comprometida puede causar:
- dificultad en la corrección de errores de refracción;
- irritación local;
- deformación de la córnea;
- colonización por agentes patógenos;
- conjuntivitis o queratitis.
Es importante notar que el deterioro es más común en las lentes de contacto blandas que en las rígidas gas permeables (RGP).
Para responder a las preguntas de todos aquellos que al menos una vez han tenido este problema o temen enfrentarlo, exploraremos cómo saber si una lente está dañada, qué hacer en caso de que se rompa y proporcionaremos valiosos consejos sobre cómo prevenir la rotura de las lentes de contacto.
Cómo saber si la lente está dañada
Si usas lentes de contacto, es fundamental prestar atención a las señales que podrían indicar problemas. Por ello, saber si la lente está dañada es esencial para evitar complicaciones y garantizar tu salud ocular.
A continuación, algunos indicadores clave que deberías considerar cuidadosamente para reconocer una lente de contacto dañada:
- dolor y molestias persistentes, picor, ardor o una incomodidad constante;
- visión borrosa o alterada, cambios repentinos en la claridad visual;
- enrojecimiento e irritación ocular asociados al uso de lentes de contacto;
- dificultad para retirar las lentes (recomendamos: forzar la retirada podría empeorar la situación y causar daños adicionales en los ojos);
- sensación de cuerpo extraño en el ojo;
-
cambios en el ajuste (por ejemplo: una lente se adapta de forma diferente o parece deslizarse durante el uso).

Reconocer estas señales y actuar rápidamente es esencial para evitar complicaciones oculares. En caso de sospecha de una lente dañada, te sugerimos consultar inmediatamente a un profesional de la oftalmología para una evaluación detallada.
Qué hacer si la lente de contacto está rota
Intentar retirar una lente de contacto rota puede resultar difícil tanto para principiantes como para veteranos en el uso de lentes de contacto.
En algunos casos el fragmento es fácilmente removible, pero a veces parece estar atascado. En tal caso puede encontrarse sobre la córnea, estando demasiado seca para ser retirada fácilmente, o bajo el párpado, causando una sensación de cuerpo extraño.
Te explicaremos, por tanto, cómo actuar en esta circunstancia más compleja:
- lava cuidadosamente las manos;
- verifica la posición de la lente rota;
- usa un colirio seguro para lentes de contacto;
- masajea suavemente el ojo para distribuir el líquido;
- mantén la calma;
- si sientes dolor persistente o tienes dificultades, consulta inmediatamente a un profesional.

Antes de intentar la retirada, asegúrate siempre de lavar las manos con agua y secarlas cuidadosamente, sin que queden pelusas de la toalla.
Si la lente está centrada pero no se mueve fácilmente, podría haber perdido humedad. Un par de gotas de lágrima artificial para lentes de contacto ayudarán a mover la lente. Masajea suavemente el ojo cerrado para distribuir la humedad, haciendo que la lente sea más fácil de retirar.
Si la lente se ha desplazado bajo el párpado o en la esquina del ojo, cierra los ojos y masajea suavemente hacia el centro de la córnea. Enjuaga el ojo con una gota de lágrima artificial antes de intentar moverla, facilitando el proceso.
Es fundamental mantener la calma durante la retirada. Si encuentras dificultades y sientes dolor o molestia, tómate un descanso en lugar de arriesgarte a raspar la superficie del ojo.
Hay que decir que las lentes de contacto atascadas no representan una emergencia inmediata, pero es esencial retirarlas en un plazo de 24 horas.
Por supuesto, si sientes dolor persistente, irritación o tienes dificultades, no dudes en consultar a un profesional.
Contrariamente a una creencia común, las lentes de contacto no pueden perderse detrás del ojo, ya que los músculos y la membrana conjuntival impiden su desplazamiento hacia la zona posterior.
Cómo evitar su rotura
Evitar la rotura de las lentes de contacto es fundamental para garantizar una visión clara y la salud de los ojos. A todos nos puede ocurrir este molesto inconveniente, pero te invitamos a seguir estos consejos para conservar las lentes de contacto sin dañarlas.
- Mantén las lentes hidratadas, porque las lentes secas son más susceptibles a romperse. Si usas lentes mensuales o quincenales, guárdalas en una solución cuando no las uses.
- Aplica gotas de lágrima artificial antes de retirarlas, espera 30 segundos. Este paso ayuda a hidratar las lentes, haciéndolas más suaves y fáciles de quitar.
- Usa un porta lentes de calidad y adecuado para diferentes tipos de líquidos para lentes.
- Llena el porta lentes correctamente y generosamente con la solución para garantizar una inmersión adecuada. Verifica que esté cerrado correctamente para evitar fugas o contaminaciones y cámbialo regularmente para mantener las lentes limpias.
- Ten cuidado con el frío, viento y aire acondicionado, ya que pueden secar los ojos y las lentes.
- Pasa a lentes diarias: si la rotura de lentes es un problema frecuente, considera cambiar a lentes de contacto diarias. Con lentes nuevas cada día, reducirás el riesgo de rotura y tendrás menos preocupaciones en caso de daño.
Siguiendo estos consejos, reducirás notablemente el riesgo de rotura de tus valiosas lentes de contacto.






